Uno de los modelos más singulares de la arquitectura tradicional de Extremadura es La Bujarda o Chozo. Es un excelente ejemplo de adaptación arquitectónica al medio natural y en el que no desentona ni por la escala ni por los materiales de construcción que fueron extraídos directamente del lugar sufriendo pocas transformaciones para formar parte de la obra.
Llamamos bujarda a todos aquellos espacios de habitación permanente o temporal de pastores y campesinos que reúnen las mínimas condiciones de habitabilidad. Son unas construcciones de un alto sentido utilitario, exentas de ornamentación y donde los materiales y su sistema de construcción marcan el carácter y definen la forma.
El chozo da respuesta a un bajo coste a las necesidades de proporcionar una habitación temporal o permanente. Utilizado como albergue, refugio, almacén o establo.
TIPOS DE CHOZOS EN EXTREMADURA.-
La tipología de las bujardas extremeñas responde en su generalidad al siguiente esquema constructivo:
Edificación de planta circular o redondeada, paredes de piedra levantadas de acuerdo con la técnica de "piedra seca", escasa altura y escasos vanos, cerrada en unos casos por una falsa cúpula y en otros por una cubierta vegetal o con una techumbre de tejas.
Según los materiales empleados distinguimos cuatro tipos de chozos:
-CHOZOS DE ESCOBERAS: es el caso de los chozos de Malpartida de Plasencia. Están hechos íntegramente de materia vegetal. Su planta es circular y se levantan formando una estructura cónica con varas y rollizos de madera, cubriéndose luego con ramajes u otros materiales vegetales que son cosidos al amazón (escoberas, eneas, juncos). Estos son exclusivos extremeños, teniendo una versión reducida que transportaban a lomos de dos burros también llamados chozos de muda.
-CHOZO DE ESCOBERA Y PIEDRA: Son chozos de planta circular con paredes de piedra y cubierta vegetal de forma cónica realizada con rodillas de madera y bálago de centeno o ramajes diversos como escoberas, juncos y helechos, sostenido acaso por un poste central. También denominados chozos "de horma". Sus muros construidos por la técnica de la piedra seca sin aglomerante para trabarlas. Este tipo de bujardas las encontramos en La Vera, Monfragüe, Alburquerque, Serradilla...
-CHOZOS CONSTRUIDOS INTEGRAMENTE EN PIEDRA GRANITICA O PIZARROSA, que presentan planta circular y cuyas paredes se van cerrando y forman una falsa cúpula por el procedimiento de aproximación de hiladas del mismo material que los muros. Este tipo son los más numerosos y representativos en Extremadura.
-TIPOLOGIA DE CHOZOS MAS MODERNA: tienen una planta oval y paredes de piedra adove o ladrillo. La cubierta se realiza con un armazón de palos y en algunos casos se coloca encima una gruesa capa de barro para asegurar una mayor impermeabilidad de la cubierta.
LOS CHOZOS O BUJARDAS DE PIEDRA, LA OBRA Y SU CONSTRUCCION.-
Los chozos de piedra son los más abundantes en las comarcas extremeñas. En la actualidad apenas tienen función alguna, encontrándose abandonados y en proceso de creciente desaparición.
Según el uso para el que fue construido en origen, el chozo varía de tamaño, forma, calidad de materiales y el acabado general de la obra. Entre los que fueron construidos para habitaciones temporales o permanentes de pastores o agricultores y los construidos como refugio ocasional de las inclemencias del tiempo o para guardar animales, hay importantes diferencias. Así, los primeros son edificios con una habitación de más de cuatro metros de diámetro interior y otros tantos de altura, sus muros son de bloque de piedra perfectamente encarados, en algunos casos revocados con mortero de cal, puertas dinteladas, vanos a modo de ventana en las paredes para entrada de luz y aireación y cerramiento en falsa cúpula rematada en los casos sin chimenea con una hoja granítica agujereada en el centro para salida de humos.
Los segundos o chozos-refugio y para guardar animales, pueden considerarse un subgénero de los primeros, ya que en algunos casos no pasan de ser un simple amontonamiento de piedras al amparo de una roca que forman un espacio abovedado.
LA OBRA Y SUS CONSTRUCTORES.-
La construcción de estas bujardas se podría catalogar de escasa dificultad técnica. Esa dificultad menor no está en su estructura, ni en su cimentación, ni siquiera en la cubierta sino que la perfección de estas obras depende del mejor o peor conocimiento del trabajo en piedra por parte de los constructores. Estos alarifes u obreros cualificados provenían de una serie de familias que tradicionalmente se habían especializado en la labra de piedra y la técnica constructiva de la "piedra seca".
Dos son los rasgos arquitectónicos más importantes a destacar en su construcciön:
1.LA TECNICA DE LA PIEDRA SECA y
2.EL CERRAMIENTO POR FALSA CUPULA.
Los especialista en piedra seca trabajaban en grupos reducidos y eran conocidos por "los portugueses", ya que la mayoría eran oriundos de Portugal. Muchas familias portuguesas que había venido a realizar esas obras se establecieron en nuestra región y fueron transmitiendo de padres a hijos sus técnicas, conocimientos y habilidades. En otras comarcas extremeñas, la construcción de chozos eran obra de los "pedreirus", expertos en el trabajo de la mampostería en seco.
Estos alarifes elegían la piedra que iban a colocar extrayéndola, si se podía, del canchal más próximo y si se necesitaban de formas determinadas se traían de la cantera. A partir de tener seleccionado el material, sólo utilizaban "la vara" para medir y las manos para engarzar en seco unas piedras con otras.
Los chozos de piedra carecen de cimentación aunque se suele preparar el suelo mediante un enlosado y una marcación circular que recibe la primera hilada de piedras. La plantilla del suelo alcanza hasta dos metros de altura, distancia que permite nivelar el anillo de piedra. En algunas bujardas el aparejo está constituido por un zócalo de piedras hincadas verticalmente en el suelo, sobre el que se monta el aparejo de mampostería corriente, recordando la técnica de los sepulcros de corredor de la cultura megalítica.
La mayoría presentan un paramento muy tosco e irregular debido a la deficiente labra de los bloques, entre los que se colocan pequeñas piedras a modo de cuña. Las paredes de algunos chozos fueron revocadas con argamasa. En la conexión entre el muro y la cubierta se sitúa un voladizo rodeando toda la construcción y realizado con grandes lajas de pizarra o granito. En la mayoría de casos la cubierta consiste en una capa gruesa de tierra colocada encima d ela superficie exterior de la falsa cúpula, aunque en otras es revocada con argamasa y las menos con cubierta de teja árabe.
LA TECNICA DE LA PIEDRA SECA.-
Consiste en colocar piedra sobre piedra sin otro elemento que agutine el conjunto. Es una técnica antiquísima que se remonta a las primeras culturas campesinas que por su efectividad y escasa demanda de medios ha pervivido a lo largo de l0s siglos. Desde la Prehistoria se ha utilizado esta técnica que precisa de sólo un hombre y sin recursos de andiamaje. Utilizando solo como herramientas el mazo de hierro. En los primeros pobladores de las caverna es donde habría que encontrase con el origen de la piedra seca.
LA FALSA CUPULA.-
Es el cerramiento del espacio circular haciendo que el diámetro de las sucesivas hileras sea cada vez menor, con lo cual gracias a su aproximacion se produce el cierre del conjunto. A una determinada altura del muro, en algunos casos a partir del dintel de la puerta, y en otors a partir del voladizo, este se va cerando hasta conseguir una falsa cúpula. En algunos chozos semidestruidos se ha podido observar que el sistema de aproximación de hileras sigue la regla de tres lajas de piedra hacia afuera y una hacia adentro, hasta reunirse en el centro de la cubierta que no llega a cerrarse completamente.
En la mayoría de los chozos la clave de la falsa cúpula se remata con una losa granítica perforada en el centro para permitir la salida de humos, la entrada de luz y la aireación.
La obra del chozo culmina en la mayoría de los casos echando encima una gruesa capa de tierra donde nacerá hierba y consiguiéndose mayor impermeabilización frente a las lluvias y nevadas. En otros casos la tierra se sustituye por gravilla y otras se revocan las paredes con mortero de cal y en la cubierta se colocan tejas.
INTERIOR DEL CHOZO Y SU DISTRIBUCION.-
Si era utilizado como vivienda permanente o temporal correspondía a la siguiente distribución:
Las cabañas de la Edad de Bronce serían los antecedentes de los chozos extremeños. Fueron unos estudios realizados por Antonio Gonzalez Cordero, Jesús Castillo Castillo y Miguel Hernández López (1985-1990), por los que se pudo engarzar una secuencia entre el 3000 al 1500 a de C, es decir desde el Neolitico hasta el final de la Edad del Cobre. Fue en la comarca de Trujillo donde aparecen poblados, fortificaciones y la cabaña de cabrerizas que sería la primera aproximación cierta a un modelo de vivienda. Y es aprtir de aquí el modo en que permaneció en el tiempo la técnica de construcción y los materiales.
Los chozos también presentan una gran similitud con los catros celtas con los que comparten sus principales características.
El chozo forma parte del paisaje rural de las tierras extremeñas, lo encontramos en la sierra, el llano, la dehesa y la vega. Con diferentes nombres: chozos, zajudones, bujardas y con pequeñas variantes arqitectónicas.
Los chozos representan un valioso patrimonio histçórico y cuñtural impregnados de sentimientos muy cercanos y entrañables.
Muy interesante. ¡Felicidades por el Blog!.
ResponderEliminarTe animo a seguir investigando y escribiendo sobre la historia de nuestra ciudad.
muy curioso...me encantan los chozos.... los de Zafra y Fuente del maestre los he pateado todos...su localización y fotos están aquí http://www.lacolmenacultural.com/mapa_recursos.php?pais=sp&id_municipio=061580005&tipo_interes=1&mostrar_marcadores=si
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