viernes, 29 de abril de 2011

TALLA ROMANICA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE

La Virgen de Guadalupe, patrona del Reino de Castilla, es una advocación mariana cuyo santuario, Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, está en el valle y pueblo de Guadalupe (Cáceres), ente Villuercas y Altamiras.

El Monasterio, con sus siete siglos de historia (fue un 29 de octubre de 1389 cuando el Rey Juan I fundó el priorato jeronimiano de Guadalupe a donde envió a Fray Fernando Yánez con treinta monjes, que estuvieron hasta 1835, siendo ocupado posteriormente por los franciscanos en 1908), fue calificado en 1993 como Patrimonio de la Humanidad.

El lugar gira en torno a la imagen de la Virgen de Guadalupe hacia la que los habitantes peninsulares siempre mostrarón gran devoción, especialmente en los s. XIV y XV, teniendo su momento culminante cuando Cristobal Colón se postró ante los pies de la Virgen.

El Monasterio era un lugar donde solían detenerse los monarcas castellanos de paso a Portugal. De ahí su valor como archivo y biblioteca.

La leyenda de la reaparición de la talla de la Virgen de Guadalupe está ligada a los conflictos y enfrentamientos entre castellanos y levantinos con los musulmanes de Al-Andalus.

LA LEYENDA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE DE CÁCERES



Se trata de una talla románica ejecutada en madera de cedro, que, según una antigua leyenda, fue encontada por un pastor de nombre Gil Cordero, vecino de Cáceres, a quien se le apareció junto al río Guadalupe, del que tomó nombre tanto el pueblo como la Virgen.

Sobre sus orígenes se han dicho muchas cosas, e incluso se la vincula a  San Lucas, quien pudiera ser su autor o propietario. Dice la leyenda que, muerto el evangelista, en el siglo I en Acaya (Asia Menor), la imagen fue enterrada junto al Apóstol y trasladada con él en el s. IV a Constantinopla y posteriormente a Roma. Finalmente, la imagen llegó hasta la península Ibérica gracias a la amistad del Papa Gregorio Magno con el Arzobispo de Sevilla. En el 711 llegaron a esta ciudad los musulmanes y los clérigos huyeron llevándose con ellos la talla escondiéndola en las márgenes del Río Guadalupe, cerca de la falda sur de los Montes de Altamira, próximos a las Villuercas. Su reaparición se produjo con la Reconquista, a finales del s. XIII ó primeros años del s. XIV.




La talla se asignó inicialmente al grupo de Vírgenes negras de Europa occidental de los s. XI y XII. Desde el s. XIV aparece vestida con ricos mantos y joyas, dándole ese carácter triangular que la caracteriza.

En el lugar del hallazgo se construyó una ermita y posteriormente Alfonso XI elevó la pequeña iglesia a Santuario Nacional.

La Virgen de Guadalupe es la patrona de Extremadura y en 1928 recibió el título de Reina de las Españas o de la Hispanidad.

Pertenece al grupo de las Vírgenes con el Niño, mide 59 cm. de altura y pesa alrededor de 4 kg. Su manto es verde con vueltas en verde berbellón, presenta un cosbrecuello imitando un bordado en hilo, unos puños dorados y un manto de color ocre. Sobre la cabeza lleva un velo blanco con vueltas de color bermellón.

El rostro de la Virgen es ovalado aunque parece ser oblondo debido al rostrillo que lo circunda y que le oculta en parte las mejillas.La Virgen sostiene al niño ,algo recostado en su pecho ,con la mano izquierda( mano que no es visible ya que se oculta bajo los vestidos)portando un cedro ,con la derecha. Del cuerpo de la Virgen tan solo visibles su rostro y su mano derecha, muy delicadamente tallada . La mano extiende sus fines y delgados dedos hacia el frente sosteniendo entre ellos con gran finura el cetro.
El niño es del mismo estilo románico, presenta una mano derecha en plata tras haber pasado por un proceso de restauración. Sus medidas son 23 cm. de alto y pesa unos 200 gr. Toda la imagen presenta la poca expresividad característica del románico.El  Niño pende de un anillo sujeto a los vestidos de su madre.Igualmente realizada en madera,de el,lo mismo que la Virgen,solo se aprecia su rostro (modelado en pesta) y su pequeña mano derecha que esta en actitud de bendicion.La mano del ,N iño sin embargo,esta efectuada en plata.
La menor habilidad y delicadeza que se observa en el Niño han hecho pensar que se debe a un artista  d
diferente del que efectuó la talla de la Virgen.

jueves, 28 de abril de 2011

NUESTRA SEÑORA DEL VALLE, ZAFRA


El Convento de Santa Clara o Monasterio de Santa María del Valle fue fundado en 1428 por Gomes I Suárez de Figueroa, primer Señor de Feria y su esposa Elvira Laso de Mendoza, hermana del Marqués de Santillana.

Don Gomes fundó el Monasterio para satisfacer las vocaciones religiosas de sus hijas Isabel y Leonor, que años después fueron las primeras abadesas del convento cuando éste se llenó de monjas clarisas de Tordesillas (Valladolid) y por otro lado para poner el panteón funerario de Don Suárez de Figueroa dentro del convento.

Parte del linaje de la familia se había asentado en torno a Ecija (Sevilla) y mostraba gran fervor a la patrona de esta localidad, Nuestra Señora del Valle. P or ello se dice que fue doña Elvira quien donó al convento la imagen de alabastro de la Vírgen que se venera en Zafra desde el siglo XV. Documentación que aparece en el inventario de bienes donados en vida por la primera señora de Feria al convento. Hay otra teoría que dice que apareció en el torreón de la esquina suroeste del convento realizando las obras de ampliación del convento. Junto a la imagen se encontró una placa de mármol con la inscripción "Santa María del Valle" que en posición invertida aparece al exterior en la calle Toledillo.
   DESCRIPCIÓN DE LA ESCULTURA DE LA VIRGEN.
L a imagen de la Vírgen del Valle que desde comienzos del siglo XV preside el retablo mayor de la Iglesia conventual, es una obra gótica de 92 cm de altura esculpida en alabastro. Presenta unos pequeños toques de policromía y dorados en zonas puntuales.

Se representa Ntra Sra Coronada con su Hijo sentado sobre un brazo y cadera. Presenta una inclinación hacia su derecha y una pequeña inclinación de cabeza y pecho hacia atrás, para poder contrarestar su peso.De esta inclinación resulta el óvalo del manto que rodea el cuello.
LLama la atención su forma un poco "rara" de coger el tallo dorado de una rosa roja con sus dedos índice y pulgar muy adelantados. Sobre la rosa aparece un pajarito que pudiera ser un gorrión o jilguero que es acariciado por el Niño.

La Vírgen se encuentra en postura de pie, cubierta de vestiduras de tela de esvásticas con molinetes dorados perfilados en negro y rematada con fimbrias doradas. Su vestido tiene un escote cuadrangular con seis botones dorados, sobre el que asoma una camisa de finos dobleces, todo rematado con una orla dorada.
En la cintura presenta un ceñidor dorado con su hebilla, decorada con una flor de 4 pétalos rojos que cuelga por debajo de la rodilla con remates puntiagudos. Las mangas están ceñidas a las muñecas y presentan una ancha abotonadura.
Presenta otro manto que envuelve su cabeza cayendo sobre los hombros para recogerse en los antebrazos cayendo por un lado y por el otro sostenido creando pliegues curvilíneos que se funden con los verticales de la falda. El manto está decorado con estrellas doradas y flores de 4 pétalos verdes. LLeva unos zapatos oscuros de punta todo ello adornado con una franja dorada.
El rostro de la Vírgen se muestra sonriente, siendo su cuello ancho y presentando una melena oscura. Su mirada se dirige con ternura hacia los fieles con unos grandes ojos.


El Niño lleva vestiduras semejantes a las de la Vírgen, aunque lleva los pies descalzos y se cubre con un manto corto que se cierra con dos grandes botones sobre el hombro derecho decorado con un borde dorado. Con una mano acaricia el pajarito y en la otra lleva un libro que representa la Biblia con cubiertas oscuras y bordes redondeados presentando unos cierres dorados metálicos. Su cara presenta una pequeña sonrisa.

La imagen de la Vírgen del Valle parece ser del siglo XV en su tercera o cuarta década. En 1459 ya aparece en el Testamento de Elvira Laso con lo cual tiene que ser anterior.
En una publicación reciente sobe la Vírgen del Valle, la patrona de Ecija, plantea la posibilidad de que la Vírgen del Valle de Zafra esté inspirada en ella. Pudiendo ser posible si tenemos en cuenta el origen de los Duques de Feria en Ëcija y su devoción en dicha imagen andaluza de la que está documentado que se hicieron reproducciones.
Si comparamos la Vírgen del Valle de Ëcija tallada en madera y la alabastrina de Zafra podemos ver parecidos en su curvatura, en el gesto de su sonrisa...Comparándolas podemos ver que la imagen no es una copia literal sino que en todo caso sería una adaptación del modelo de la época posterior.
Aparece con una corona dorada dándole un carácter regio como corresponde a la Reina del Cielo. También la corona es emblema de martirio y recompensa. La Vírgen apaece coronada por el martirio que sufrió en su corazón por el sufrimiento de su Hijo, por eso se la aclama como Reina de los Mártires.
A esa amargura se refiere la rosa roja que porta en su mano derecha. Cuando la rosa roja los místicos la entienden teñida de sangre que fluye de las llagas de Cristo. Otros le dan un sentido de Caridad.


Sobre la rosa aparece un pájaro que el Niño acaricia. >La representación de una rosa y un ave en estas imágenes de la Vírgen es muy frecuente en la plástica gótica decayendo su uso en épocas posteriores. El pájaro representa a la paloma del Espíritu Santo y para otros recuerda un pasaje Evangélico apócrifo que relata un supuesto milagro de la infancia de Cristo en el que doce pajarilos de barro cobran vida. Aunque lo más probable es que el pajarillo aluda al alma humana como aparece en el AT. Entonces el pájaro sobre la rosa se referiría al fiel que busca el auxilio de la Vírgen para alcanza la Misericordia.

   ESTILO:

La Vírgen del Valle de Zafra está relacionada con la tipología de las bellas vírgenes de finales del siglo XIV en el arte centroeuropeo.
Se trata de una escultura gótica en la que se funde una belleza insólita y sutil con una comedida gestualidad. Busca que los fieles contemplen un rostro que les inspire delicadeza y ternura. Son imágenes llenas de simbolismo tanto en las figuras como en los objetos que aportan.
La imagen de la Vírgen del Valle es una versión occidental de la Hodigitria Bizantina o Vírgen Conductora, un modelo iconográfico difundido durante el gótico que conmovía el alma de los fieles y en cuya formación tuvo que ver mucho el franciscanismo.

La imagen alabastrina del Valle fue concebida para presidir el pórtico de la Iglesia del convento y alli en un nido muy curioso sobre la puerta estuvo hasta 1678.
Desde antiguo se tenía a al imagen de la Vírgen del Valle como Milagrosa. Sobre todo a partir de un día de tormenta en que las monjas estaban en el coro cayendo un rayo dentro de la Capilla Mayor y saliendo indemnes. tras esto acordaron colocarla en el retablo principal en el hueco del ático desplazando de allí un lienzo de la Santísima Trinidad. Para ello el escultor Joan de Vargas se encargó de fabricar un tabernáculo y nicho dorado. Pero siendo el sitio incómodo para la limpieza de adornos de la Patrona decidieron bajarla encima del sagrario. Se redecoró la ornacina vistiéndola con espejos y se cubrió con un dosel dorado cónico del que pendía 4 velos.
Sólo se hacía visible a sus devotos cuando encendían doce luces en su obsequio por lo que las monjas en 1771 pidieron un lienzo de la Vírgen para colocarlo en el coro y otro lienzo para la celda de la abadesa.

domingo, 24 de abril de 2011

RESTAURACION DEL ARCO DEL CUBO Y SU PROBLEMATICA

El 20 de mayo de 1426, Lorenzo Suárez de Figueroa, en presencia de su padre, puso la piedra inaugural de las obras de la muralla de la villa.

En 1449, ya cuarentón,  colocó un epígrafe en el que se conmemoraba el final de la muralla.

La muralla fue construída en mampostería pobre. Un documento datado en 1784 señalaba que está hecha de "piedra tosca y tierra". Tenía una altura de 6 varas (poco más de 5 metros) y un espesor de unas 2 varas y media.

Para defensa del adarve, la cerca llevaba merlonas, no se sabe si paralelipédicas con curvatura piramidal.

El objetivo prioritario que animaba al artífice  que diseñó la Puerta de Badajoz y el baluarte del Cubo era la recaudación impositiva. Tal y como vemos hoy la puerta y el torreón, a menos que se indique, no se percibe con claridad esa función fiscalizadora: la puerta medieval se concibió originalmente dento del torreón o cubo, al que atravesaba en acodo, para enfilar intramuros por la calle Badajoz. Dentro los oficiales señoriales o concejiles tenían su oficina de control y recaudación de todo lo que se mercadeaba a través de los caminos y calles que en ella confluían. Seguramente en el s. XV los dos niveles de que consta el cubo estuviesen comunicados, pero separados por una estructura de madera que servía de techo a uno y de suelo a otro. Si bien, a finales de la centuria siguiente se construyo la bóveda de crucería simple que hoy vemos, que apoya sobre tres ménsulas y una columna adosada. Sus empujes, no resueltos a pesar del enorme grosor de los muros, son los responsables de las grietas que vemos en la torre y de la ligera separación de las dovelas de la portada.

En tiempos modernos, siendo un obstáculo para el tráfico, se cegó la puerta y se abrió un arco más amplio en el lienzo de la muralla adjunto. Así la Puerta de Badajoz pasó a llamarse Puerta del Cubo. De estos cambios cuenta un documento de 1774:

"...antiguamente era la entrada al pueblo por el cubo, y la justicia, para evitar los perjuicios que ocasionaban sus ocultas entradas, dispuso condenar y tapiar las puertas y abrir un arco muy capaz y descubierto en el lienzo de la muralla."


Posiblemente en el s. XV la Puerta de Badajoz fuese la puerta más importante, tanto desde la óptica de las relaciones comerciales como por su apariencia simbólica.

Colocaría esto al Cubo en lo alto por su planta ultrasemicircular, en la zona más aguda del enorme óvalo perimetral de la muralla. Y sobre la puerta, los escudos pareados, seguramente de Lorenzo Suárez y de su esposa María, y una hornacina con un relieve marmoleo que representa a Santiago Matamoros, alusión clara a la orden de caballería.

A finales del s. XVIII se anotaba sobre el cubo que estaba...

"...luzido todo con la imagen de Señor Santiago de medio relieve descubierta y las armas de la Casa de Feria también descubiertas aunque apenas se conocen."

... por su estado de desgaste.

El relieve, aunque está erosionado, todavía permite ver detalles como la capa, el sombrero de peregrino que lleva el apóstol sobre la armadura, las vieras santiaguistas y su factura gótica.

SU RESTAURACIÓN

Hubo que quitarandonada una nave taller abandonada que ocultaba un trozo de lienzo de muralla urbana y la mitad del torreón norte. Así se pudo ver el espacio y el baluarte libres de los gruesos muros, la uralita y estructura metálica de los tejados del taller.

En el interior del torreón liberó el suelo primitivo del grueso nivel de relleno que mostraba.

  
                                        Interior del Cubo.
  



                                         Bóveda de crucería del interior del Cubo.


                                          Lapida funeraia en el suelo .Inerior del Cubo.


Hornacina situada en el hueco de la tronera.Columna que soporta uno de los nervios de la boveda.


                                                      Tronera de cruz y orbe.

El torreón y los espacios adyacentes habían sido vendidos por la Casa de Medinaceli a Cayo José López, quien fuese primer Marqués de Encinares, a finales del s. XIII.

Estos espacios fueron adoptando nuevas funciones, cambiando y degradándose.

La construcción de un cobertizo al otro lado del torreón motivó la apertura de una puerta de comunicación con éste y la elevación del suelo de la planta baja paa enrasarlos.

Esta obra en el s. XIX se completó con la reducción de espacios de la portada extramuros y la colocación de cuatro escalones en el árido del muro.

El suelo de ladrillo y los escalones ocultaban un elleno de acareo, suelto, en el que han aparecido algunos fragmentos cerámicos de tinajas, platos o vasijas, que pueden ser fechados entre los siglos XVII y XVIII, restos óseos de animales, metales y un proyectil.

Reaprovechada como parte del suelo, y vuelta, había una lápida funeraria de mármol con fecha 1849 en la que fue enterrada María Antonia Hurtado, esposa de Isidoro García de Vinuesa, administrador del Duque de Medinaceli.

Al derribar el muro que cegaba la portada extramuros se ha descuvierto la media caña que adornaba el arco y el umbral primitivo de pizarra. La altua inadecuada que presenta hoy el escalón se debe a que fue rebajado el suelo extramuros para facilitar el tránsito por el arco que se abrió en la muralla.

La pared del taller ocultó una tronera, situada en el comedio del Cubo y en una posición muy baja. Se trata de un hueco en el muro provisto de abocinamiento interior, que servía para disparar armas de fuego. Pertenece al modelo cruz y orbe, habiendo sido fabricada en granito. Las troneras más antiguas pertenecen al último cuarto del s. XIV. Por tanto, se trata de una de las más antiguas conservadas (1426 y 1449).

Su rehabilitación nos hace pensar si ya que se ha recuperado se debería haber dejado en su estado inicial, y no conservando el arco que posteriormente se abrió en el lienzo de la muralla.

Desde el punto de vista funcional resulta evidentemente más cómodo, pero también hay que pensar que se ha desperdiciado un trozo de la historia descubierta y posteriormente enterrada de nuevo para generaciones venideras.

-La restauracion del arco del Cubo y el lienzo de muralla anexo ha provocado cierta polemica.
-La utilización de mármol para constuir unos bancos y los bordes de desnivel´.   
-El no haber puesto las almenas que tenía la muralla originariamente.
-La puerta intramuros es más estrecha que el arco por lo que han añadido detalles que no existían originarimente para poder solucionar el error.
-Ha desaparecido el umbral centenario sustituyendolo por un adoquinado de granito.
No me ha sido posible accedre al interior de la torre del Cubo para dar testimonio de su jnterior.
Por otro lado, habiendo pasado ya casi dos años de la restauracion como siguen manteniendo el cartel grandisimo en el que se explica la obra se ve demasiado.Mayo 2011 el cartel al fin ha desaparecido.

sábado, 23 de abril de 2011

MURALLAS DE ZAFRA EN EL S. XV

Fue en el Siglo XV cuando Lorenzo II empezó a transforma  la primitiva urbe gracias a que habían finalizado los períodos de inseguridad y regresión ocasionados por los esfuerzos de la Reconquista.

Posteriormente, en tiempos de los Reyes Católicos, cuando a debido a las condiciones favorables se construyeron nobles y esplendorosos edificios. Al estar Zafra situada en una llanura sin formaciones naturales que le protegiesen estratégicamente estaban expuestos a cualquier eventual peligro. Aunque la construcción de las murallas también obedeció a otros motivos de interés económico, como era el evitar la entrada incontrolada de mercaderes y  vendedores que no abonasen las correspondientes arcabalas en los puestos de guardia de las puertas. Y así se incrementaban considerablemente las arcas señoriales, pues podían gravarse impuestos a todos los artículos que entraban a los mercados y ferias. También servían como control de pestes y otras enfermedades cerrando las puertas.

Situamos la construcción de la muralla el 10 de mayo de 1426, como dice el escritor Fernando Mazo:

" a ora de missa y puso la primera piedra Lorenzo Suarez 
y puso devajo della media dobla de oro"

Las obras se prolongarían hasta el año 1449, fecha en la que queda finalizada. Por tanto, duraron veintitrés años los trabajos, según se lee en la siguiente inscripción que D. Lorenzo mandó colocar en la entrada de la muralla del vestíbulo del Alcázar del Parador, que ha sido transcrita correctamente por el investigador Juan Carlos Rubio Masa.



Al ser derrumbada la muralla a finales del siglo XIX fue guardada en una casa cercada. Hace poco tiempo el propietario la cedió gratuitamente.

Si las obras se alargaron veintitrés años en el tiempo, y el Alcázar se construyó en el período comprendido entre 1437 y 1443, al ser el Alcázar una obra de mayor complejidad, podemos concluir que el interés señorial no fue excesivo, debiendo financiarse con dinero del Concejo y particulares a cambio de verse exentos de la penosa obligación de tener que hacer rondas y turnos en las diversas fortalezas del Señorío. También pudo ocurrir que al tener tantos gastos en este período el Duque presentaría más interés por el Castillo, pudiendo haber períodos de inactividad en la construcción de las murallas. Posiblemente trabajasen diferentes maestros con distintos presupuestos. De ahí que da la impresión de haber sido construída a golpes, apreciándose incluso diferentes estilos. En un archivo de la Administración de Feria se encontró un documento fechado en 1784 en el que se dice que las murallas de Zafra eran de tierra y piedra tosca sin tallar, y en esta fecha estaban casi arruinadas.

El muro levantado constituía un cierre perimetral edificado con material pobre y mampostería liviana. Tenía una altura de 6 varas (poco más de 5 metros) y un grosor de 3 varas (casi 3 metros), pudiendose advertir en lus lugares que aun queda en pie.

Esta disponía de ronda a modo de cinturón viario, salvo el espacio del Alcázar. Estaba flanqueada por torres almenadas en toda su extensión, presentando algún baluarte y semibaluarte y estaban revestidas de orabeques y medias lunas.

Lo que encerraba la muralla fue un entramado compuesto por escasos caseríos, solares vacíos, tierras de labor, etc... Alberto González hace semajanza de este plano con otros planos esquemáticos bajoextemeños (Fuente del Maestre, Llerena y Olivenza), viéndose una correlación de formas trazadas, intramuros y hasta un plan preconcebido por la Orden de Santiago.

Pero ya en el Siglo XVI la urbe tuvo que encontrar sitio para edificar en el exterior. El plano primigenio resultante posee una tipología y coresponde a una simetría axial, con cierto trazo hipotético propio de ciudades medievales. Una plaza parece como punto de intersección del viario principal y en sus extremos se abrían las puertas de la muralla.

El casco antiguo de la muralla medía unos 630 metros desde la Puerta de Sevilla hasta la Puerta del Cubo, y 562 metros desde la de Los Santos a la de Jerez.

A lo largo de la muralla se erigieron cuatro puertas coetaneas a su construcción: al norte quedó la Puerta de Badajoz o del Cubo, al sur la de Sevilla, al oeste la de Jerez y al este la de Los Santos.



A éstas habría que añadir una más: la del Palacio situada al sudeste que daba servicio al Alcázar.

PUERTA DE BADAJOZ

Presenta una tipología extraña consistente en una torre semicircular con un portón en un lateral, por lo que para atravesarla era necesario realizar un ángulo recto dentro de la misma torre, resultando en una puerta indirecta. Eran más propias de época almohade, siendo extaño verlas en construcciones bajomedievales en ese tiempo. El resto de las puertas presenta una tipología diferente, entrada directa flanqueada por dos torres.

Esta puerta se llama también del Cubo por un elevado torreón que la defiende. Se cree que fue construído después de la muralla porque está adosado a ella sin enlace ni trabazón alguna. Se construyó así para evitar que batida la torre se aportillase la muralla. De esta manera, aunque se cayese la torre el muro de la muralla permanecería intacto. En esta puerta norte confluían los caminos de Badajoz (ciudad controlada por los Suarez de Figueroa), los de Feria y Fuente del Maestre; y a través de ellos los del resto de las villas y aldeas del Estado señorial.

Dentro del Torreón, los oficiales señoriales o concejiles tendrían alguna especie de oficina de control y recaudación de todo lo que se mercadeaba a través de las vías que allí confluían.

En el Torreón aparece la escultura de Santiago Matamoros que está por la relación del Señorío de Feria y la Orden de Santiago. La entrada de carromatos o vehículos de tiro animal seía muy difícil, ya que precisaría de rebajes en las esquinas.

LA PUERTA DE SEVILLA

Era la principal y de más tánsito. Estaba formada por pierra berroqueña, siendo grande y alta con basamentos para columnas estriadas y cornisamentos romanos.

La puerta daba a la Calle Sevilla y en el otro extremo al Campo de Sevilla. Estaba también coronada en su parte superior por una pequeña ermita o capilla. En ella se veneraba una pesada imagen de la Virgen realizada en fuste de una columna llamada Nuestra Señora de la Aurora.




LA PUERTA DE LA CALLE JEREZ Y SU ARCO

La Puerta de Jerez, que hoy se conserva perfectamente, da inicio a la Calle Jerez, que tiene su principio en el zoco medieval de la Plaza Chica.

Apoyada sobre el doble arco ojival de sillería del conjunto de la puerta se encuentra la Capilla del Cristo de la Humildad y Paciencia, conocida en el siglo XV como Capilla de Nuestra Señora de la Caridad. En su interior, y sobre dos alturas distintas, se encuentran las dos imágenes que dan nombre a este lugar: la imagen de Cristo de la Humildad y la de la Virgen de la Caridad. La Puerta de Jerez por su parte exterior tiene un bello arco ojival, balcón central superior con dos hornacinas a cada lado y todo ello coronado por una airosa espadaña hecha de simple ladrillo. En este campanario se nos muestra el símbolo de la Villa que era el jarrón de las azucenas con los escudos de la Casa de Feria (un poco deteriorados durante la ocupación francesa).

                                                    
                                                 Entrada de la muralla por la puerta Jerez.


LA PUERTA DE LOS SANTOS

Esta es la puerta situada al este, que da al único itinerario viable entre Zafra y Los Santos, empinado y arduo sendero que, saliendo desde el terreno junto al Convento de San Benito y a su altiva Torre de San Francisco, remontaba la Sierra y se adentraba en aquella población por la Calle llamada De Zafra. Aquella vieja vereda entre muros de rústica piedra era recorrida diariamente por los hortelanos y las mujeres de Los Santos que venían a instalar sus puestos en el mercado de nuestra ciudad. Se traían el pan elaborado de sus tahonas santeñas, siendo muy codiciados por sus buenas cualidades nutritivas.

Estaba situada en la confluencia de las calles López Asuna y la entrada del Pilar Redondo; y flanqueada por dos torreones de buena planta, teniendo sobre el Arco de la entrada una Capilla de Nuestra Señora de la Concepción y Amparo, a semajanza de las existentes en las puertas de Sevilla y de Jerez.


                                          Puerta del castillo.

De lo hasta aquí expuesto puede sacarse una hipótesis lógica. La muralla de Zafra comenzó a construirse por la Puerta de Badajoz y se siguió con los lienzos de muralla hacia las puertas de los Santos y de Jerez, que por su similitud no debieron llevarse mucho tiempo.

Dada la poca altura de la muralla y un mampuesto de mala calidad, la muralla podía proteger de una acción militar de poca intensidad, pero nunca contra un asedio ó asalto. Su función, ya anteriormente explicada, era fiscalizadora.

La Villa del siglo XV amurallada debía ser preciosa, y nunca debió tirarse pues igualmente la Villa podría haber crecido y la zona amurallada hubiera podido quedar como casco antiguo.

BIBLIOGRAFIA SOBRE EL CASTILLO DEL CASTELLAR, ZAFRA

HISTORIA

La Sierra del Castellar estuvo poblada desde épocas prehistóricas y etapas protohistóricas, desde las primeras estribaciones de la sierra que llaman "Cabeza de León".

No aparecen vestigios celtas arriba en la fortaleza, sólo un castro en la parte baja.

Vivas Tabero, en su libro "Glorias de Zafra", dice que los celtas y los romanos convivían en la Sierra de Castellar, donde está emplazado el castillo. Posteriormente, en 1955, A. Salazar tilda a Vivas Tabero de ilusionario, diciendo que únicamente estuvieron los musulmanes. Hasta que en 2005 José Antonio Amador Redondo y Francisco Guzmán Guzmán, en su libro "La Sierra del Castellar", vuelve a reconstruir la historia. Amador Redondo en sus estudios en la zona había encontrado denarios, tégulas y casas romanas. Por tanto, de ello se deduce que había una fortaleza romana en el castillo musulmán, porque de otra manera no podrían explicarse los hallazgos.Siendo una construccion anterior al siglo IX.

Las tégulas y los denarios aparecen en la zona musulmana, de donde se deduce que la fortaleza fue ampliada sobre una fortaleza romana ya existente. Los musulmanes reutilizaron las mismas piedras (morreras y majados) para agrandar el castillo y hacer las reformas de la fortaleza musulmana. Desde la fortaleza musulmana se comunicaban con las partes de los castros como lo corroboran los vestigios encontrados en los lienzos de murallas,Esta es la teoría que defiende Amador Redondo yGuzman Guzman.

Se trata de una fortaleza puramente militar de defensa por su ubicación estratégica.

Parece poco probable que los castillos colaboran entre sí en la defensa del territorio. Los enfrentamientos entre los reinos de Badajoz y Sevilla por la conquista de Beja (Portugal), representan el origen de la construcción del Castillo del Castellar según hipótesis de Salazar Fernández.

Fue en 1110, con la aparición del Reino de Portugal, cuando se dan nuevos enfrentamientos y el Castellar cobra importancia como refugio de la población.

La llegada almohade y el nuevo impulso musulmán que detiene a los cristianos durante cerca de cuarenta años propició la construcción en la zona.

Tras el descalabro almohade en Las Navas de Tolosa en 1212, la caída de Al Andalus fue imparable. Siendo muchos castillos abandonados y reconquistados sin apenas resistencia. No hay certeza de que el Castillo del Castellar estuviese entre ellos, lo que sí hubo en la zona es una contraofensiva musulmana, pues volvió a ser de propiedad musulmana en 1241.

Con la Reconquista definitiva, el Castillo del Castellar, junto a la población que lo circunda, quedará bajo la jurisdicción del Concejo de Badajoz. Cuando en 1426 empieza la obra de amurallamiento de Zafra y en 1429 la de La Alcazaba, se pierde interés por el Castillo del Castellar. No se sabe si fue abandonado por completo, aunque existía el título de Alcalde Hereditario de la Fortaleza del Castellar, aunque pudiera ser un título meramente honoríf

Manuel Vivas Tabero se refiere al Castillo del Castellar diciendo que probablemente en 1522 fuese destruido por orden de Carlos V para evitar el refugio de petinaces comuneros.

ARQUITECTURA

Se trata de una fortaleza de carácter militar cuya planta parece de procedencia musulmana con remodelaciones que terminarían antes del siglo XV.

La fortaleza medía 130 metros de largo y su ancho variaba desde los 45 metros por el lado sureste hasta los 35 metros por el noroeste.

El topógrafo Manuel Guillén hace un estudio de la Fortaleza del Castellar en 1994. Según su plano se identifican dos atalayas en ambos extremos de la cresta rocosa, de dimensiones medianas: la del noroeste de 5 metros de largo, y la del sureste de 8 metros de lado. Entre ambas existen dos estructuras de mampostería embutidas en la roca. Todos estos elementos están unidos entre sí por un paño de muralla natural que conforman las rocas marcíticas del crestón. El resto de la fortaleza se desarrolla en el lado oeste de la cresta, y consta de un muro de mampostería que sirve de cerramiento por esta vertiente y que está jalonado por dos torres, una rectangular y otra pentagonal. La primera, de dimensiones de 8 por 6 metros, y la segunda de caras irregulares. Hacia el exterior se aprecia la base de otro lienzo de muralla que nos hace pensar que existió un doble amurallamiento, cosa que he observado in situ, pero que no aparece en la bibliografía.

Del cerramiento norte no queda rastro visual en pie, pero por la topografía del terreno intuimos que el final de la muralla noroeste se cierra en dirección de la torre que está asentada sobre las rocas.

La estructura principal, y la que se cree da el nombre de "Pitón" a la fortaleza es la Torre del Homenaje. Tiene como dimensiones 6 por 6 metros, y se encuentra aislada salvo por un lado adosado a las rocas de la cresta. Se desconoce la altura ya que no se puede precisar el nivel del suelo. Actualmente conserva como 1 metro de altura por uno de los lados y está fabricada en mampostería. De ella arranca un muro, hoy día separado posiblemente por algún corrimiento de tierra, que va a morir a una roca situada en el extremo noreste y donde empieza una fuerte pendiente escarpada.

Según Manuel Guillén Rodríguez la Fortaleza debió presentar las siguientes características:

  • Las torres situadas encima del crestón no debían ser muy altas.
  • Se puede apreciar que el interior de la Fortaleza es una plataforma artificial con la que los constructores intentaron aliviar la pendiente pronunciada del terreno.
  • En el lado sureste paso fundamental de la sierra. Según Diego Muñoz Hidalgo es un resto de un fortín romano pudiendo ser utilizado para vigilar el paso no visible desde el castillo.
       Antonio Salazar en su obra de 1955,afirma que la Fortaleza del Castellar es citada por primera vez por  
     al-Bakri,quien la incluye en el listado de `hisn´-castillos que hay en la Kura de Merida.Indicando este   geógrafo que el nombre del castillo es Sajra Abi Hassan.Aunque los pobladores de Zafra tienen como cierto esta cita hace referencia a la Fortaleza del Castellar no hay pruebas concluyentes de ello incluso hay otras localidades que son más favorables para la ubicacion  de la misma .  Salazar defiende que la Fortaleza del   Castellares del s XI ya que considera     a los musulmanes como primeros pobladores.
    
 En cuanto a la planta del castillo ,ya Salazar se atrevio a dibujarla,después sería Guillen Rodriguez quien la dibujase y por ultimo Amador.No considero interesantes mostrarlas pues lo que se necesita es un estudio arqueológico ya que al visitarlas pude apreciar que correspondian con el plano de Amador aunque con alguna modificacion.Además se ve clara que la base esta bajo el manto de escombros.No se puede dibujar una torre circular como se aprecia en la del linzo proxima a la puerta de la muralla,pues al escavar pudiera ser poligonal y así me puedo referir a otros supuestos.Los restos de la base de la Fortaleza estan cubiertos por un manto de escombros solo hay que sacarlos a la luz.
   

Los libros y publicaciones en los que aparecen investigaciones sobre esta desconocida fortaleza y en los que me he basado en esta publicación son :

       -VIVAS TABERO.M. Glorías de Zafra.1901.

      -SALAZAR.A. El Castillo del Castellar. Datos para la historía de Zafra 1955    

     -HENÁNDEZ JIMENEZ.F. La Kura de Merida en el sigloX.Revista Al -Andaluus .

    -GUILLÉN RODRIGUEZ.M.  El Castillo del Castellar de Zafra.1995

   -AMADOR REDONDO.J.A.yGUZMAN GUZMAN.F.  La Sierra del Castellar  La historía oculta de Zafra.Zafra 2006




                                             Torre del  Homenaje.


                                             Posible coracha.

      viernes, 22 de abril de 2011

      PILAR DE SAN BENITO, ZAFRA

      El vocablo "pilar" es un término bastante localista de Zafra. Pilar es la piedra o columna que sobre la fuente solía colocarse para su señalamiento y adorno. De aquí se trasladó el significado a la misma fuente. Son especialmente destacados dentro del mobiliario urbano de las poblaciones bajo extremeñas. Su ubicación comporta un motivo de atracción para el emplazamiento de poblaciones.

      Ya en el siglo XVI Enrique Cock se refiere a él con el nombre de "el mulero". Parece ser que fue construido después del Pilar del Duque en el siglo XV.

      Situado en la encrucijada de las calles Ancha y San Francisco, Cabezo Alto y Bajo.

      Dotado de gran espacio en su entorno para poder concentrar personas y ganado, presenta grandes dimensiones: dieciocho metros de largo por tres metros de ancho, con una altura de un metro. Altura que nos hace pensar que fue utilizado como abrevadero de animales grandes (equinos).

      Se supone que los animales de menor alza (ovinos sobre todo) bebían en pilares más alejados del núcleo urbano.

      Hay que destacar su bello estilo gótico que sorprende por la abundancia de adornos en su morrón central. Construido en piedra, consta de dos vasos: uno pequeño para llenar recipientes y saciar la sed de las personas y otro vaso, a continuación, de mayores dimensiones para abrevar los animales.

      El monolito está a más altura que las tazas, y además, acaba en un capitel gótico con adornos vegetales. En su lado frontal tiene un arco conopial tapizado con una placa con el nombre del pilar y un jarrón de azucenas que es el escudo de la ciudad.

      El monolito presenta tres caños que van a parar a la primera taza que es cuadrangular y tiene un cerramiento metálico. Esta taza vierte el agua en la segunda taza de dos caños que mide quince metros de largo por dos metros de ancho. El pilar original tenía diez metros más de largo, pero fue cortado para construir la plaza.

      Cuenta con un añadido de piedra que hace verter el agua a una alcantarilla en caso de que rebose. Además tiene un aliviadero que está cerrado, desde donde partían algunas pajas.

      Recibe el agua de un manantial situado un poco más arriba, en los huertos del desaparecido Convento de San Francisco, y surtía a la enfermería de la misma Orden, al comienzo de la Calle Ancha, así como a los Conventos de la Cruz, Regina, el Pilar Redondo y varias casas particulares.




      En épocas de gran sequía disminuía su aporte acuífero hasta secarse muy raramente. El agua es alabada y los vecinos siguen aprovisionándose de ella hoy día.

      RUINAS DEL CONVENTO DE SAN ONOFRE

      Desde el siglo XV figuran como pertenecientes a Zafra una serie de Monasteios y Conventos, de los cuales algunos estaban dentro del recinto amurallado y otros extramuros. Entre estos últimos está el de San Onofre en La Lapa ya que este arrabal pertenecía a Zafra hasta el año 1842 en que se emncipó como municipio.
         Estaba dedicado a San Onofre, un solitario anacoreta que vivió en el desierto de Egipto cerca de Tebas a finales del siglo IV.

      El nombre de La Lapa es un término portugués equivalente al castellano "cueva" y recibió este apelativo por una pequeña cavidad que existía en el solar de este Convento de la que siempre estaba manando agua en cantidad abundante.
         En la actualidad son unas ruinas que guardan mucho de lo que fue la historia de Zafra.
         HISTORIA.
         Tras la Reconquista de Zafra en 1241, las tierras de La Lapa quedan incluidas dentro del término de la Villa de Zafra perteneciendo al Concejo de Badajoz. En 1394 se enajena del realengo y pasa a la familia de Suárez de Figueroa.
         Se desconoce qué había en el solar donde D. Lorenzo Suárez de Figueroa funda un oratorio donde pueden hacer vida de ermitaños algunos religiosos que probablemente pertenecieran a la Orden Franciscana.
         Fue erigido en 1447, fecha que se conoce por un resto epigráfico que estaba ubicado en el arco del coro de la capilla del Convento. El Padre Moles, que fue guardián de La Lapa, asegura que fue en 1457, pero Fray Juan Santa Cruz expresa explícitamente que Moles se equivocó al leer la inscripción.
         En 1489 la Bula Papal Expocit Tuae Devotronis dirigida por D. Gómez II Suárez de Figueroa, permite la construcción en el oratorio de San Onofre de un Convento franciscano dependiente del Convento de San Benito de Zafra, ambos pertenecientes a la provincia de Santiago de la Observancia Franciscana, aunque el Convento se edificaría tanto para Conventuales como para Observantes.
         Según Fray Joseph de Santa Cruz la casa estaba ya erigida diez años antes de la Gracia Papal. Considerando 1480 como el año en que se transformó el oratorio en convento. En 1560 hay una intervención arquitectónica después de quemarse el coro de la Iglesia y parte del Convento.
         En 1589 se realiza una nueva reforma en la que se delimita en gran medida el complejo conventual tal y como se conserva hoy día, convirtiéndose en uno de los mayores de la provincia de San Gabriel y delos mejor dotados.
         En 1609 se crea una ermita en lo alto de la Sierra. El guardia del Convento crea otra ermita al año siguiente y empotra la creada en 1609 dentro del cercado. Anteriores a estas había dos ermitas más antiguas: las de San Onofre y la de San Juan Evangelista, levantadas en el siglo XVI por Doña Juana Dormes.
         Tras la Desamortización de Mendizábal en los años treinta del siglo XIX, los ocho frailes que aún quedaban en el Convento deben abandonarlo pasando este a propiedad del Ayuntamiento y sirviendo como asiento del mismo.
         Tras la emancipación de La Lapa en 1842 de la villa de Zafra y la creación del Iglesia Parroquial al año siguiente, el Convento perdió su actividad religiosa aunque durante muchos años acogió la romería de San Isidro y el entierro de los vecinos.

         El Convento de San Onofre de La Lapa tuvo una vida floreciente monacal y en él llegaron a habitar en el año 1590 ciento cincuenta religiosos, siendo uno de los más notables de la Orden.
         El lugar agreste convidaba al recogimiento y a la oración, levantándose en sus alrededores hasta cuatro ermitas.
         El primer Duque de Feria y su esposa invirtiero mil ducados en la reforma de este Convento, obra que fue dirigida por el maestro albañil Andrés de Maheda, que unos años antes había acabado la Iglesia de la Candelaria en Zafra.
         Quien realmente dió fama de Santidad a este Convento fue el religioso Padre Guardián (1532-1535), Pedro Gabito, natural de Alcántara, al que se conoce hoy como San Pedro de Alcántara y que es venerado como el patrono de Extremadura. En este Convento se dedicó a severas penitencias y mortificaciones para las que escogía la ermita de San Juan donde oraba y se flagelaba con tanta intensidad que salpicaba las paredes con sangre. Hay muchas posibilidades de que San Pedro de Alcántara escribiese en este Convento su libro "Oración y Meditación", una de las obras más importantes de la literatura mística española.
         Al pertenecer a la Villa de Zafra, los frailes debían recorrer los 11 Km en ocasiones como procesiones, entierros...
         Hay que destacar su biblioteca en la que había una gran extensión de libros como aparece en referencias manuscritas. Con la Desamortización, estos libros fueron quemados o pasaron a propiedad privada.
         
      EVOLUCION ARQUITECTONICA

         -En 1447 se levantó un pequeño oratorio que constaba de una capilla de reducidas dimensiones cuyo límite hacia poniente era probablemente la actual entrada principal. Sobre esta puerta estaban y están colocados los escudos de la Casa de Feria y de los Manuel flanqueando una cruz. Al lado de la capilla había una edificación con la puerta de acceso similar a la del oratorio y realizada en ladrillo y que daba acceso a las dependencias que junto con la capilla completaban el oratorio.

         El muro sobre el que está superpuesto el mirador sería el que se extendía al bancal realizado para ganar espacio al monte.

         Hay otro muro que abancala el terreno bajo la capilla que forma parte de la alberca y que también pertenece a esta fecha.

         -En 1480, el Convento se enclaustra y se le adosan dependencias alrededor del claustro. Sólo levanta un piso y arriba una terraza posiblemente inclinada al Este donde se encuentra el aljibe.

                                                 Escudos de la Casa de Feria y los Manuel con la Cruz.
         El terrado recoge el agua de la lluvia que se transporta mediante tuberías de cerámica al aljibe, una dependencia abovedada. El aljibe drena el agua por gravedad a los abrevaderos que se encuentran adosados a él y mediante otra conducción lleva el agua a una fuente empotrada en el muro que une la torre del mirador con el edificio. También hay salidas de agua a la alberca. No se utiliza agua de los amnantiales de La Lapa por ser demasiado dura.
         Delante del portón de la obra del 47 se construyó una bóveda de cuatro aguas a modo de portal antes de entrar al Convento.
         Las celdas de los monjes debían ocupar la zona donde hoy se encuentra el refertorio. En esta época se debió construir la torre del mirador.
         -En 1559, se amplía la capilla hacia el Sur tras el incendio creándose un coro alto y un coro bajo. Se remodela la entrada abovedada de 1480 construyendo otra de dos aguas para ganar terreno para la capilla. La capilla conserva restos de decoración de figuras antropomorfas y florales. En 1560 se realiza el famoso esgrafiado cutos restos hoy aún se encuentran.
         -En 1589 se construye la segunda planta para todo el complejo y la gran parte de las dependencias se hacen espaciosas, todas de bóveda. La biblioteca se aumentó en altura lo que hizo que fuese apuntalada.
         Se construyeron las cocinas que están separadas del resto de la construcción y sobre ellas diversas celdas para los monjes.
         Así quedó el Convento definido hasta su derrumbe.
         El conocido mirador sería una singularidad del Convento ya que no hablamos de un castillo. Servía de atalaya ya que su intencionalidad desde un principio fue claramente residencial; erasel lugar donde los Condes y Duques residían ciertas temporadas del año. Desde la situación de inestabilidad lógica tras 20 años de guerras, hizo que el convento se fortificara tanto como por carácter estético como funcional. Tanto la Torre como el lienzo del muro que la une al Convento están coronados de canes, al igual que la Torre del Homenaje de Feria. Además controlaba el camino de acceso al Convento.
                                              Mirador.
      SITUACION ACTUAL


         Actualmente la finca de ubicación del Convento es propiedad privada aunque sus dueños no tienen reparo en enseñarlo. El lugar sigue presentando ese silencio y esa paz que satisfizo las almas de los frailes. También el camino que nos lleva al Convento está empedrado y rodeado de olivos. En su interior hay un par de mulos, cochinos y algunas gallinas, ni señal de su pasado glorioso.
         Un camino nos lleva a una pequeña ermita en cuyo interior una foto de alguien que simula ser San Onofre pero que no lo es.
         Los dos bancales siguen perfectamente limitados y muchos restos y huellas de diferentes dependencias de la vida monacal.
         A día de hoy el Convento está derruido pero en gran medida conserva la planta baja del mismo. Hay cantidad de cascotes que crean una capa sobre toda la base que si fuesen removidos se tendría conocimiento de todos los muros que formaron el convento. La puerta que comunica el refectorio con el claustro está casi completamente enterrada siendo visible la parte de arriba del arco.
         Está lleno de maleza que se incrusta en los propios muros continuando su deterioro. Posiblemente haya dependencias subterráneas como era característico entre los conventos de la época.



                                               Portada de acceso al convento.

                                                Ala oeste del convento.Reforma 1589

                                                  Pequeña  ermita de San Juan.


      Simbología franciscana ,manos con los orificios de los clavos.                                                                                                                                                                               

                                          
                                               Puerta de acceso al convento .Comunica la Capilla con el exterior.
                                                 

                                     


       

      LAS MURALLAS DEL CASTILLO DE MAGACELA

      De todas las fortalezas de titanes, la más espectacular y asombrosa por el gran tamaño de las peñas de sus lienzos es el castillo de Magacela. Situada sobre el prominente extremo Sur de un largo serrijón domina y vigila todos los horizontes salvo el otro extremo del cuchillar, el del Norte, donde tendría su oportuna atalaya.
      En sus muros se aprecian las más diversas épocas. En algunos lienzos se observa la apresurada edificación defensiva de los últimos tiempos de Roma, hasta toscos capiteles de orden compuesto son usados como vulgares mampuestos.
      Lo musulmán está patente con diversas épocas y distintos materiales. Desde la puerta en recodo, la gran torre octogonal, la maciza mampostería y esquinazos de ladrillo y los tapiales. Así como hormigones de cal y numerosas mamposterías que están todas muy diseminadas y confusas. Tanta mezcolanza irregular de materiales en el Castillo puede dar a veces a estos muros aspecto desolado, como la obra descuidada de parcheos apremiantes realizados entre los sucesivos e inmediatos asaltos enemigos.
      No todas estas obras chapuceras fueron realizadas por los moros; con la conquista cristiana y con la Orden de Alcántara parecen surgir nuevos remiendos en los lienzos.
      El perímetro fortificado del Castillo abarca la máxima superficie que permite el desnivel de la alargada cresta rocosa en que se asienta. De este modo, ocupando una extensión de más de 250 metros por 65 metros en algunas partes.
      Los muros se levantan a desigual altura, acondicionados por la irregularidad de las cotas orográficas que marcan el terreno, levantándose el muro perimetral en el recorrido que marcan las curvas de nivel más favorables, aprovechando en lo posible los escarpados naturales realzándose así el carácter fortificado.
      En el extremo Sur se observan las posibles huellas de la técnica constructiva usada para aparejar las gigantes peñas que forman su asombrosa muralla, una técnica muy sencilla como es de suponer. Los grandes peñascos han sido desgajados de los canchales que formaban las aristas de la Sierra con cuñas y palancas; posteriormente han sido movidas y rodadas deslizándolas siempre a descenso sobre rodillos de árboles y rampas con ayuda de palancas y cuerdas. Son visibles los lugares de donde han sido arrancadas muchas de estas grandes piedras.
      La puerta de entrada a la fortaleza del siglo XII se encuentra en la parte media de una torre cuadrada barbacana a la que se llega mediante una calzada en rampa. la puerta se conoce con el nombre "Puerta de San Pedro" por albergar la imagen del santo en una hornazina que aún se conserva. Se trata de una puerta en ecodo propia delmarte almohade cubierta por una bóveda esquifada de ladrillo con ocho paños y trampas en los ángulos. Los vanos parecen ser modificados en época cristiana.
      En el resto de la torre, construida en ladrillo aglomerado, se acusa la presencia de intervención mudéjar. En su parte interior presenta una puerta de acceso formada por un arco de herradura apuntado construido con sillares graníticos.
      Poco más adelante una coracha corre ladera abajo del cerro desplazándose unos 35 metros, quedando actualmente solo el arranque de los cimientos.
      Ante las sucesivas ocupaciones de este enclave, hemos de imaginar las muchas transformaciones realizadas en función de las necesidades de los pobladores. Por esto es difícil establecer una secuencia histórica de los liezos o muros de la fortificación ya que se han superpuesto límites y materiales; se han reaprovechado los espacios y siempre con el objetivo de lograr una mejor defensa.
      Así es posible encontrar los grandes bloques de piedra colocadas en seco en la zona Sur, ya mencionadas, que pertenecen al período prerromano y romano. También se encuentran al NE del acceso principal y en un estado de conservación aceptable por lo que no hansufrido trabajos de restauración.
      También se aprecia el muro de tapial, lo que nos hace pensar que pertenecen al período de dominación islámica.
      La mampostería y el sillarejo bien trabado nos sitúan alrededor del siglo XIV y XV en el período bajo-medieval; distinguiéndose los muros irregulares de piedra mediana que pueden responder a obras puntuales de remodelación de carácter urgente.
      Finalmente los muros de mampostería en los que se intercala hileras de ladrillo rojo como si se tratase de adornos de muro lo sitúan en el siglo XVI.
      La localidad de Magacela fue declarada conjunto histórico y bien cultural en Marzo de 1994.
      INTERVENCIONES:
      La consolidación y restauración de las ruinas de este inmenso Castillo se llevó a cabo con el objeto de dar a conocer las sucesivas fases de ocupación que había tenido la zona.
      Hasta ese momento ofrecía un aspecto de superposición de estratos pétreos sin orden ni clasificación alguna.
      La reposición del tapial islámico se planteó de forma similar a la mampostería de sillarejo de uso generalizado en la Edad Media. Respecto a esta última se distinguió un tipo de sillarejo trabado con mortero de cal solo apreciable desde el interior en los lados Sur by Este y parcialmente en el Norte que podía pertenecer a la época islámica dada su situación sobre los muros ciclópeos descritos y en ocasiones desde el suelo.
      Una fábrica similar aunque con juntas bien trabadas que se identificó como tardo-medieval del siglo XIV o XV. Ambos tipos se consolidaron utilizando los mismos materiales constructivos. Y del mismo modo se actuó sobre los fragmentos claramente identificados como reparaciones de carácter urgente difíciles de clasificar constructivamente aunque no cronológicamente pues son tardo-medievales.
      Los lienzos de mampostería con ladrillos dispuestos en hileras situados en la torre en la zona de entrada y aledaños, nos remiten al siglo XVI.
      También se recuperaron los tres espacios en que se dividía la fortaleza. Se actuó consolidadndo los parámetros, recreciendo mínimamente algunos de ellos y devolviendo la solidez a los que aún se mantenían en pie. En algunos casos se utilizó el hormigón oculto pasando hoy desapercibido, mientars en otros se emplearon cascotes y mortero de cal y barro. Para evitar que quedaran huecos o perforaciones en los muros se inyectó mortero sintético de relleno. Se intentó reaprovecar el material del recinto y que procedía de derribos o escombros.
      En la puerta de recodo se eliminaron las grietas y la suciedad de paramento, enfoscando el interior de la puerta y eliminando las plantas y maleza que asomaban. Se apisonó el terreno para facilitar el acceso.
      El arco de la entrada se consolidó en sus dos caras. Se repusieron las juntas de los sillares de las canterías empleando el tradicional mortero de cal.




      La restauración no contó con un estudio previo de arqueología aunque sí se hizo un estudio histórico y recopilación de materiales identificándolos en su época y enclave.
      La imagen del lienzo de muralla que vemos dos lineas mas arriba nos muestan  un borde metálico que se ha puesto en la restauración y que resulta fuera de lugar y muy peligroso ,en fotos anteriores a dicha res tauración habia una oquedad  posiblemente debido al deterioro,o los mal echados parches anteriormente citados.                                                                                                                                                       

      EL MOLINO DE BÓVEDA O MOLINO DE JARACO.

      El molino de Jaraco se sitúa en la rivera del río Bodión, exactamente en el polígono Nueve según el libro de Topónimos en el municipio de Zafra.
      Data del siglo XVI y corresponde a un molino de rodezno horizontal de canal abierto con balsa. Sobre la puerta principal aparece una placa con la fecha 1949 que no corresponde con su origen sino con la fecha de adquisición de la familia Jaraco.
      La parte exterior de la construcción se encuentra en perfecto estado, sin embargo el interior ha sufrido un deterior del tiempo presentándose desmontado y con falta de piezas importantes para su funcionamiento.
      El agua era recogida del río Bodión y llevada por un canal hasta la balsa situada por encima del molino. Una compuerta controlaba la entrada de agua a la balsa y en el extremo opuesto otra controlaba la entrada de agua al canal de la rampa. Ya en el último tramo hay una tercera compuerta que da paso al agua hacia el rodezno con mayor o menor caudal.
      Algunas de las piezas de madera del molino están muy deterioradas o simplemente desaparecidas. Lo que se puede apreciar en la actualidad es el elevador, el árbol, la cabria y las piedras de moler. Había también una piedra de unos 40 cm de diámetro con una manivela incrustada.
      La distribución del molino presenta:
      -una dependencia dedicada al servicio de la molienda
      -otra que era el almacén de grano y herramientas (ahora es un gallinero).
      -otra habitación para diversos usos.



      El entorno del molino se compone de huerto, prados, algunos olivos...