jueves, 28 de abril de 2011

NUESTRA SEÑORA DEL VALLE, ZAFRA


El Convento de Santa Clara o Monasterio de Santa María del Valle fue fundado en 1428 por Gomes I Suárez de Figueroa, primer Señor de Feria y su esposa Elvira Laso de Mendoza, hermana del Marqués de Santillana.

Don Gomes fundó el Monasterio para satisfacer las vocaciones religiosas de sus hijas Isabel y Leonor, que años después fueron las primeras abadesas del convento cuando éste se llenó de monjas clarisas de Tordesillas (Valladolid) y por otro lado para poner el panteón funerario de Don Suárez de Figueroa dentro del convento.

Parte del linaje de la familia se había asentado en torno a Ecija (Sevilla) y mostraba gran fervor a la patrona de esta localidad, Nuestra Señora del Valle. P or ello se dice que fue doña Elvira quien donó al convento la imagen de alabastro de la Vírgen que se venera en Zafra desde el siglo XV. Documentación que aparece en el inventario de bienes donados en vida por la primera señora de Feria al convento. Hay otra teoría que dice que apareció en el torreón de la esquina suroeste del convento realizando las obras de ampliación del convento. Junto a la imagen se encontró una placa de mármol con la inscripción "Santa María del Valle" que en posición invertida aparece al exterior en la calle Toledillo.
   DESCRIPCIÓN DE LA ESCULTURA DE LA VIRGEN.
L a imagen de la Vírgen del Valle que desde comienzos del siglo XV preside el retablo mayor de la Iglesia conventual, es una obra gótica de 92 cm de altura esculpida en alabastro. Presenta unos pequeños toques de policromía y dorados en zonas puntuales.

Se representa Ntra Sra Coronada con su Hijo sentado sobre un brazo y cadera. Presenta una inclinación hacia su derecha y una pequeña inclinación de cabeza y pecho hacia atrás, para poder contrarestar su peso.De esta inclinación resulta el óvalo del manto que rodea el cuello.
LLama la atención su forma un poco "rara" de coger el tallo dorado de una rosa roja con sus dedos índice y pulgar muy adelantados. Sobre la rosa aparece un pajarito que pudiera ser un gorrión o jilguero que es acariciado por el Niño.

La Vírgen se encuentra en postura de pie, cubierta de vestiduras de tela de esvásticas con molinetes dorados perfilados en negro y rematada con fimbrias doradas. Su vestido tiene un escote cuadrangular con seis botones dorados, sobre el que asoma una camisa de finos dobleces, todo rematado con una orla dorada.
En la cintura presenta un ceñidor dorado con su hebilla, decorada con una flor de 4 pétalos rojos que cuelga por debajo de la rodilla con remates puntiagudos. Las mangas están ceñidas a las muñecas y presentan una ancha abotonadura.
Presenta otro manto que envuelve su cabeza cayendo sobre los hombros para recogerse en los antebrazos cayendo por un lado y por el otro sostenido creando pliegues curvilíneos que se funden con los verticales de la falda. El manto está decorado con estrellas doradas y flores de 4 pétalos verdes. LLeva unos zapatos oscuros de punta todo ello adornado con una franja dorada.
El rostro de la Vírgen se muestra sonriente, siendo su cuello ancho y presentando una melena oscura. Su mirada se dirige con ternura hacia los fieles con unos grandes ojos.


El Niño lleva vestiduras semejantes a las de la Vírgen, aunque lleva los pies descalzos y se cubre con un manto corto que se cierra con dos grandes botones sobre el hombro derecho decorado con un borde dorado. Con una mano acaricia el pajarito y en la otra lleva un libro que representa la Biblia con cubiertas oscuras y bordes redondeados presentando unos cierres dorados metálicos. Su cara presenta una pequeña sonrisa.

La imagen de la Vírgen del Valle parece ser del siglo XV en su tercera o cuarta década. En 1459 ya aparece en el Testamento de Elvira Laso con lo cual tiene que ser anterior.
En una publicación reciente sobe la Vírgen del Valle, la patrona de Ecija, plantea la posibilidad de que la Vírgen del Valle de Zafra esté inspirada en ella. Pudiendo ser posible si tenemos en cuenta el origen de los Duques de Feria en Ëcija y su devoción en dicha imagen andaluza de la que está documentado que se hicieron reproducciones.
Si comparamos la Vírgen del Valle de Ëcija tallada en madera y la alabastrina de Zafra podemos ver parecidos en su curvatura, en el gesto de su sonrisa...Comparándolas podemos ver que la imagen no es una copia literal sino que en todo caso sería una adaptación del modelo de la época posterior.
Aparece con una corona dorada dándole un carácter regio como corresponde a la Reina del Cielo. También la corona es emblema de martirio y recompensa. La Vírgen apaece coronada por el martirio que sufrió en su corazón por el sufrimiento de su Hijo, por eso se la aclama como Reina de los Mártires.
A esa amargura se refiere la rosa roja que porta en su mano derecha. Cuando la rosa roja los místicos la entienden teñida de sangre que fluye de las llagas de Cristo. Otros le dan un sentido de Caridad.


Sobre la rosa aparece un pájaro que el Niño acaricia. >La representación de una rosa y un ave en estas imágenes de la Vírgen es muy frecuente en la plástica gótica decayendo su uso en épocas posteriores. El pájaro representa a la paloma del Espíritu Santo y para otros recuerda un pasaje Evangélico apócrifo que relata un supuesto milagro de la infancia de Cristo en el que doce pajarilos de barro cobran vida. Aunque lo más probable es que el pajarillo aluda al alma humana como aparece en el AT. Entonces el pájaro sobre la rosa se referiría al fiel que busca el auxilio de la Vírgen para alcanza la Misericordia.

   ESTILO:

La Vírgen del Valle de Zafra está relacionada con la tipología de las bellas vírgenes de finales del siglo XIV en el arte centroeuropeo.
Se trata de una escultura gótica en la que se funde una belleza insólita y sutil con una comedida gestualidad. Busca que los fieles contemplen un rostro que les inspire delicadeza y ternura. Son imágenes llenas de simbolismo tanto en las figuras como en los objetos que aportan.
La imagen de la Vírgen del Valle es una versión occidental de la Hodigitria Bizantina o Vírgen Conductora, un modelo iconográfico difundido durante el gótico que conmovía el alma de los fieles y en cuya formación tuvo que ver mucho el franciscanismo.

La imagen alabastrina del Valle fue concebida para presidir el pórtico de la Iglesia del convento y alli en un nido muy curioso sobre la puerta estuvo hasta 1678.
Desde antiguo se tenía a al imagen de la Vírgen del Valle como Milagrosa. Sobre todo a partir de un día de tormenta en que las monjas estaban en el coro cayendo un rayo dentro de la Capilla Mayor y saliendo indemnes. tras esto acordaron colocarla en el retablo principal en el hueco del ático desplazando de allí un lienzo de la Santísima Trinidad. Para ello el escultor Joan de Vargas se encargó de fabricar un tabernáculo y nicho dorado. Pero siendo el sitio incómodo para la limpieza de adornos de la Patrona decidieron bajarla encima del sagrario. Se redecoró la ornacina vistiéndola con espejos y se cubrió con un dosel dorado cónico del que pendía 4 velos.
Sólo se hacía visible a sus devotos cuando encendían doce luces en su obsequio por lo que las monjas en 1771 pidieron un lienzo de la Vírgen para colocarlo en el coro y otro lienzo para la celda de la abadesa.

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